sábado, 19 de julio de 2014

"Educación no convencional"






México vs Argentina
Educación inicial.


En Argentina la educación preescolar se denomina «educación inicial» y comprende desde los 45 días hasta los 5 años de edad, siendo obligatorio solamente el último año, lográndose la universalización de las salas de niños de 4 años. Este nivel se subdivide en Jardín Maternal y Jardín de Infantes ambos con una propuesta pedagógica. El Jardín Maternal comprende las primeras salas, Lactantes (45 días al año), Gateadores (1 año) y sala de 2 (Deambuladores) en las cuales se cubren las necesidades de los niños y niñas (alimentación, sueños e higiene) siempre reformulando estas tareas desde una mirada educativa y pedagógica. 

En México, la población infantil se atiende en centros de educación inicial a niños y niñas de 0 a 2 años 11 meses y los centros de educación preescolar que atienden a pequeños de 3 años 6 años de edad. La Educación básica en Preescolar se ha establecido obligatoria en algunos estados durante los tres años correspondientes. Cada uno de estos centros educativos tienen sus objetivos planteados en su programa, cada uno pretende desarrollar competencias en el alumno con la finalidad de prepararlos para enfrentar la vida.

En Argentina  Al igual que en el resto de los niveles, se enseñan contenidos adecuados a las especificidades de los niños en relación con los aprendizajes esperados para esas edades: muchos tienen que ver con el desarrollo y deben ser resignificados de manera tal que adquieran sentido en el ámbito escolar. Los contenidos, para la escuela de 0 a 3 años, deben ser pensados con criterios de amplitud en cuanto a los aspectos que las integran: acciones, hábitos, normas elementales, procedimientos básicos, relaciones fundamentales, conceptos sencillos abordados desde los contactos directos con los objetos concretos conseguidos, deben ser a la vez, cercanos por su significativamente y abarcativos por la multiplicidad de posibilidades que implican. El Jardín Maternal debe ofrecer al niño un conocimiento considerado social y culturalmente válido y necesario para el desarrollo infantil en todos sus aspectos: efectivo, intelectual, motriz, social, comunicativo, vincular, teniendo en cuenta el respeto por las diferentes identidades familiares y personales. El Jardín de Infantes se ocupa de la educación de los las secciones de 3, 4 y 5 años. En el Jardín se les enseñan contenidos, se desarrollan hábitos y conductas que regulan la vida en sociedad, y muchos de los aprendizajes que adquieren los logran gracias al jugar, porque éste es el modo en el cual aprenden los niños pequeños a conocerse y conocer el mundo.

En México Se ha optado por la adecuación de un currículo basado en competencias y campos formativos, las cuales se transfieren a 54 competencias y 6 campos formativos, los cuales son desarrollo personal y social, lenguaje y comunicación, pensamiento matemático, exploración y conocimiento del mundo, expresión y apreciación artística. Dentro del PEP 04, encontraremos varios aspectos tales como la función social de la educación preescolar, dirigida a una población de tres a cinco años, propósitos fundamentales, características, competencias, principios pedagógicos, formas de trabajo y evaluación, los campos formativos y las competencias.

  • Nota como dado sobresaliente.                                                                                                         En el año 2006, se sanciona la Ley de Educación 26206 que reconsidera la organización del sistema educativo argentino, reconociendo que el Nivel Inicial comprende desde los cuarenta y cinco días hasta los cinco años de edad. Queda, ahora sí, el Nivel jurídicamente organizado. De esta manera, se habilita otra página de la historia que debemos escribir en primera persona en nombre de nuestros/as alumnos/as.
Como muchos países la educación inicial en Argentina, es regulada por la OMEP (Organización mundial para la educación preescolar.

La función del docente en el aula es de acompañamiento, sostén y permite el desarrollo de habilidades, y lograr un mejor vínculo con los otros niños y los adultos que se encuentran a su alrededor, lo cual es muy importante para las relaciones que establezca a medida que crece y amplía su campo social.
En estas etapa se privilegia el juego y la socialización. Dentro de los objetivos del nivel se pueden destacar:

  • Desarrollar la capacidad creativa y el placer por el conocimiento en las experiencias de aprendizaje.
  • Promover el juego.
  • Desarrollar la capacidad de expresión y comunicación a través de los distintos lenguajes, verbales y no verbales: el movimiento, la música, la expresión plástica y la literatura.
  • Favorecer la formación corporal y motriz.





Evaluación de la educación indígena


El Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) ha documentado en sus estudios la desigualdad presente en México en materia de aprendizaje. Los datos de este instituto que se refieren al rendimiento de los alumnos indígenas en sexto (La Calidad de la Educación Básica en México. Informe Anual 2006) y en tercer grado de primaria (El Aprendizaje de Tercero de Primaria en México: Español, Matemáticas, Ciencias Naturales y Ciencias Sociales, 2007), muestran que las escuelas indígenas se encuentran siempre por debajo, de manera notable y significativa, de todos los demás tipos de escuelas: cursos comunitarios, escuelas rurales públicas, escuelas urbanas públicas y escuelas privadas. Mientras que el II Conteo del INEGI permite constatar que los niños indígenas aprenden a leer y a escribir más tarde en la escuela. Entre los hablantes de lengua indígena, de 8 a 14 años, el analfabetismo es de 13.5 % (a los 8 años un niño debe estar en tercer grado, y se espera que se alfabetice entre el primero y el segundo grados). En cambio, entre la población no hablante de lengua indígena, este porcentaje es de sólo 2.4 %. Los niños indígenas, incluso asistiendo a la escuela, presentan un rezago en la alfabetización consecuente. Como es de esperarse, esto es cierto en el caso del 99 % de los monolingües en lengua indígena.
Los alumnos indígenas también son los que menos transitan a niveles superiores de educación. Si bien la información derivada de la SEP es poco confiable, ya que la información de cuántos alumnos son indígenas es proporcionada por el director de la escuela, el II Conteo del INEGI indica que el porcentaje de la población que se encuentra entre la edad de 15 y 19 años, que no es hablante de lengua indígena y que no asiste a la escuela es de 46.9 %; pero cabe advertir que este porcentaje entre la población hablante de lengua indígena es de 73.7 %.
Esta desigualdad es histórica. El dato más revelador que muestra la inequidad de la que es objeto la población indígena en el sistema educativo es el índice de analfabetismo, que se refiere a la población de 15 años y más. Al tomar como referente los datos del II Conteo del INEGI es necesario multiplicar por cinco el índice de analfabetismo de la población no hablante de lengua indígena (6.7%) para llegar al de la población hablante de lengua indígena (31.6%). El alto porcentaje de padres de familia analfabetas o con escasa escolaridad no ayuda a que los actuales alumnos indígenas tengan resultados satisfactorios en la escuela.

Las causas

La causa primera y más importante de esta realidad evidentemente es la pobreza en la que vive una proporción significativa de la población indígena. De acuerdo con datos recientes de la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (2008), el 79.9 % de esta población percibe un ingreso menor a dos salarios mínimos. Respecto de todas las variables extraescolares que se sabe influyen sobre el aprendizaje, el INEE ha documentado en sus estudios que quienes asisten a escuelas indígenas se encuentran en una posición de franca desventaja. Los indígenas mueren más que los no indígenas, y la mayoría de las veces por enfermedades prevenibles o curables. Los niños indígenas tienen índices superiores de desnutrición. Las condiciones de su vivienda son mucho más precarias. Es evidente que todo ello afecta el acceso, la permanencia y el aprendizaje en la escuela.
Se esperaría, en un sistema que se dice preocupado por la equidad, que los gobiernos federal y estatal invirtieran más en educación indígena, además de invertir en programas intersectoriales orientados a combatir también las causas de la baja cobertura y rendimiento educativo. No es así. Por el contrario, las escuelas indígenas2 están peor dotadas de infraestructura y materiales didácticos. En el estudio del INEE titulado La educación para Poblaciones en Contextos Vulnerables (2007), se muestra que son los docentes y directores de escuelas indígenas los que de forma más crítica juzgan la infraestructura, el acceso a recursos educativos, las condiciones del aula y los recursos del aula. De hecho, los directores, en relación con los directores de otros tipos de escuela, son los que más bajo califican el estado del edificio escolar, de las aulas, de la biblioteca, del (o los) patios, de los baños para alumnos, de los mesabancos y del pizarrón. Seis de cada diez alumnos de escuelas indígenas asisten a escuelas con condiciones de infraestructura precarias.
Los docentes indígenas todavía son contratados sólo con estudios de bachillerato y enviados, después de un curso de inducción de tres meses, a laborar frente a grupo. Se les pide que se inscriban en la licenciatura semiescolarizada de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), que cursan en cuatro o cinco años. Hace algunos años, los docentes eran contratados con secundaria. Esto explica porque en las escuelas indígenas ahora poco menos del 50 % de los maestros no cuentan con estudios de licenciatura. Los maestros indígenas son los que menos leen: un poco más de la mitad leen al menos un libro anualmente, cuando esto se cumple en alrededor del 70 % de los maestros no indígenas. El 66 % de las escuelas multigrado son indígenas, y sólo una de cada cuatro escuelas unitarias. El 28.8 % de las primarias generales cuentan con al menos una computadora, y esto acontece en apenas el 4.1 % de las escuelas indígenas.


Evaluación de la educación adulta


* Evaluación interna o evaluación externa.
* Práctica educativa o modelo ideal.
* Previsibilidad o imprevisibilidad.
* Lo cuantitativo o lo cualitativo.

En Educación de Adultos existe una escasa cultura evaluativa. En el ámbito de la educación formal se repiten conductas de docentes y alumnos(as) que distorsionan el sentido de la evaluación, impactando negativamente en la práctica pedagógica y en la planificación educativa.

En ofertas informales, la evaluación es escasa o bien es empleada sin criterios claros que permitan identificar los aprendizajes logrados por las personas.

El uso de la evaluación con un criterio paternalista

Si en todo el sistema escolar existe la tendencia a reducir la evaluación a la obtención de calificaciones, en educación de adultos, además, es preciso reconocer que persiste una práctica docente paternalista que tiende a compensar con buenas calificaciones a las personas por el solo hecho de permanecer en los programas.

Colocar bajas exigencias de aprendizajes tiene consecuencias. A nivel individual, las personas no desarrollan todas sus capacidades y, a nivel social, se produce una deslegitimación de la certificación obtenida por alumnos y alumnas que cursan esta modalidad.

La aprobación como medida compensatoria y de retención

Por su parte, es usual que un alumno(a) que no tiene tiempo, ni ha logrado suficiente autonomía, le sea difícil responsabilizarse por su propio aprendizaje; los alumnos(as) buscan un reconocimiento al esfuerzo, aún cuando no perciban que el esfuerzo dedicado al aprendizaje haya sido insuficiente.

Las personas que participan en educación de adultos a menudo tienen una experiencia de fracaso escolar y, en el recuerdo, la evaluación es percibida como una amenaza. Estos(as) mismos(as) alumnos(as), que ya vivieron un fracaso anterior, necesitan reafirmación constante. Calificaciones insuficientes son un motivo que les puede llevar a una nueva deserción.


La evaluación como la repetición de conceptos memorizados

Existe la tendencia a evaluar a través de preguntas que solicitan reproducir conocimientos fragmentados y repetidos de manera textual a como fueron impartidos y muchas veces dictados por los profesores en el aula, inhibiendo el desarrollo del pensamiento y minimizando el despliegue de las capacidades de las personas que participan de los procesos educativos.

Temor a evaluar también en ambientes informales

Aún cuando las acciones educativas no tengan como propósito la certificación, los participantes en los programas tienden a no expresar libremente las opiniones y logros adquiridos, más aún cuando los facilitadores son de la propia comunidad de vida y los grupos son pequeños. A veces, la dependencia de la ONG o de pequeños recursos económicos entregados a los facilitadores, obstaculiza la transparencia de la evaluación.

La opinión de los participantes como única referencia de evaluación

Las personas adultas que se integran a un proceso educativo, generalmente, evalúan muy positivamente el proceso, se sienten “agradecidas” por la preocupación de los otros, la educación no es percibida como un derecho, sino como un beneficio. Por eso mismo, cualquiera que visite una experiencia educativa con personas adultas mostrará gratitud hacia el facilitador y hacia el programa que lo acogió.

El conteo estadístico como si fuera resultado de una evaluación

Existe la tendencia, especialmente en los programas de alfabetización de adultos, a entregar cifras finales de personas alfabetizadas contando a las que han asistido -y a veces a las que se inscribieron y no continuaron- en un curso o taller, sin que se disponga de evaluaciones que permitan verificar el logro de aprendizajes alcanzados.


Recuperar el sentido de la evaluación: ¿cómo avanzar en Educación de Adultos?
Si bien no se pueden proponer modelos únicos para acciones educativas tan diversas y complejas, sí se pueden identificar algunas claves para avanzar hacia la construcción de una cultura que promueva el uso de la evaluación como punto de encuentro entre la enseñanza y el aprendizaje, recuperando el sentido de la evaluación de aprendizajes en todos los espacios educativos.


Señalar criterios transparentes de evaluación: ¿Qué se espera lograr en el proceso educativo?
En la educación de adultos existen mejores condiciones respecto a la educación de niños y jóvenes para consensuar y reflexionar acerca de lo que se desea alcanzar en el proceso educativo. Cuando las personas están informadas se sienten participantes de su proceso, se comprometen más.

La evaluación, ya sea la que desarrolla el docente en el aula o la que se implementa a través de sistemas de acreditación, debe ser un medio para mejorar el aprendizaje, de retroalimentación para los alumnos y los propios docentes. Ello requiere establecer un marco y criterios de logros de aprendizajes transparentes y claros para alumnos y profesores, de manera que las personas sepan qué se espera de ellas y qué tienen que hacer.

En este enfoque de evaluación basado en criterios se avanza hacia una evaluación que supere el enfoque tradicional basado en normas –que tienen como propósito principal ordenar comparativamente a través de puntajes o calificaciones a los estudiantes– a instrumentos de medición que se enfocan en la definición de qué es lo que las personas saben y son capaces de hacer. Es decir, se trata de definir cuál es el resultado que las personas deberían alcanzar para que su desempeño pueda ser considerado como satisfactorio.

Por otro lado, los criterios e indicadores de evaluación deben comunicarse de manera adecuada para que sean comprendidos por docentes y alumnos. Esta es la base de una evaluación entendida como retroalimentación, para que las personas sepan en qué han fallado y qué les falta por saber. Desde esta perspectiva se podrá superar la idea de la evaluación como la obtención de una calificación, que sólo comunica una nota, pero no permite transparentar el proceso de enseñanza y aprendizaje.

En este sentido, para las modalidades educativas que conducen a certificación de estudios, se plantea el desafío de construir marcos que orienten a una selección del curriculum con fines evaluativos, a partir de los cuales se avance hacia la definición de estándares. Es decir, señalar no sólo los contenidos y objetivos que serán evaluados, sino también, cuál es el nivel de profundidad con que ellos debieran ser alcanzados. El desarrollo de mapas de aprendizaje que en el ámbito curricular se complementan muy bien con los programas de estudios que explicitan los aprendizajes esperados, constituyen un avance significativo para la evaluación.

Si el profesor devuelve un trabajo, hace una pregunta, efectúa una observación o hace participar a los demás alumnos en co-evaluación y tiene bien claro hacia dónde dirige el proceso, posibilita que todos puedan aprender y adquirir una perspectiva positiva de cuáles son los próximos pasos a dar para conseguir un progreso efectivo del aprendizaje.

Por su parte, en la educación informal no regulada legalmente, también es necesario consensuar criterios con los participantes, de manera de orientar el proceso que se realiza y motivar al logro. De esta manera, aún cuando no se apliquen instrumentos de evaluación, el diálogo y las acciones que se realicen deben provocar también cambios de índole educativa.
 



"lo que constituye".


La evaluación constituye un elemento fundamental e integral de la capacitación y no debe verse como una actividad complementaria de ésta. La evaluación debe realizarse durante todo el proceso de capacitación. En la educación de adultos la evaluación se hace mucho más necesaria e importante, dado que esta modalidad de educación está llamada a ser muy eficaz y eficiente, mucho más si está destinada a lograr el desarrollo social.

La finalidad primordial de la evaluación es la de evitar o disminuir al mínimo los errores o contratiempos de todo plan de capacitación. No se la debe confundir con la supervisión o el monitoreo, a los que en realidad los complementa.

El primer paso para la planificación de la evaluación es la definición clara y precisa de los objetivos del programa de capacitación. Luego, mediante el proceso de evaluación ser posible comparar entre lo que DEBE SER y lo que ES en realidad el proceso actual de capacitación. La diferencia constituye el QUE HACER. Es decir, la evaluación nos permite saber DONDE ESTAMOS y nos indica A DONDE IREMOS AHORA. La evaluación nos traza un PLAN DE ACCIÓN para solucionar los problemas y para conseguir los objetivos.

El establecimiento de los objetivos debe hacerse precisando los indicadores y los estándares necesarios para la evaluación de la infraestructura, el proceso, los resultados y el impacto del programa de capacitación.

La evaluación no es el simple control o vigilancia de los procesos. La evaluación no es sinónimo de
inspección al final del proceso, para no aprobar a los participantes descuidados o desaplicados o para desaprobar al docente o facilitador. La evaluación es la garantía de calidad para el usuario, para el logro de los objetivos educativos que el mismo se ha trazado, para satisfacer sus expectativas en la capacitación; la evaluación contribuye a garantizar el cumplimiento de los objetivos de la capacitación.

Por lo mismo, la evaluación comprende todos los momentos de la capacitación. En realidad la evaluación precede o inicia el proceso de planificación de todo programa de capacitación. Es la base para la identificación de los problemas o necesidades de capacitación del participante o de una población.

La evaluación no busca desaprobar o castigar al participante o al docente. Por lo mismo, la evaluación no constituye un momento para justificarnos o defendernos. La evaluación se hace para aprender y para superarnos. La evaluación tiene como objetivo mejorar el proceso de capacitación. La evaluación es, pues, sobre todo, formativa. Permite crecer. Si se hace al final de un programa de capacitación la evaluación permite sistematizar el proceso y preparar su réplica en una versión mejorada.

Para cumplir con el objetivo de permitir el mejoramiento de los procesos la evaluación debe hacerse sobre bases objetivas, basarse en hechos y no en sensaciones o emociones.

Que se evalúa

Las NECESIDADES O PROBLEMAS de la población objetivo. De esta manera
obtenemos datos valiosos para la identificación de las necesidades de capacitación y la elaboración del plan capacitación respectivo.

El APRENDIZAJE logrado por los participantes. Para ello podemos usar los pre y
post test, preguntas orales de verificación, guías de observación durante el desarrollo de la
capacitación.

La PRACTICA que desarrollan los participantes durante la capacitación. Para ello
nos valemos de guías de observación usadas por el facilitador o grupo docente. También puede
usarse cuadros de monitoreo para ser llenado por cada participante sobre las principales
habilidades que ha tenido ocasión de practicar.

La EFICIENCIA del proceso de capacitación. Si se están haciendo las cosas como se
han planificado, incluyendo los tiempos o cronogramas.
Evaluamos también la EFICACIA de la capacitación. Si las actividades se están ejecutando
adecuadamente y están rindiendo los frutos esperados.

La ESTRUCTURA logística de la capacitación. Si los recursos, humanos, materiales
y financieros se han organizado de la mejor manera para el desarrollo del proceso de capacitación.
Para ello se puede usar la evaluación colectiva a cargo de los mismos participantes, encuestas a
los participantes. Se pueden emplear sesiones de realimentación y de monitoreo diario, a cargo
del grupo de facilitadores. Es importante pedir sus sugerencias a los participantes sobre lo que
hay que hacer para mejorar la capacitación, para ver si los contenidos le parecen útiles y si creen
que les ayudarán a mejorar su desempeño.

El DESEMPEÑO DE LOS DOCENTES a fin de ayudarlos a satisfacer las necesidades de los participantes. Para ello podemos usar encuestas a los participantes, al final de cada sesión o cada día o al término de la capacitación. Es necesario incluir aspectos sobre el entusiasmo, el conocimiento del tema, las habilidades para explicar el tema, la habilidad para dirigir los trabajos y discusiones de grupo, el uso de ayudas audiovisuales, si su lenguaje es sencillo, entendible.

Los RESULTADOS o el IMPACTO del programa de capacitación. Se determina las
consecuencias importantes para la población objetivo, una vez ejecutado el plan o programa de
capacitación. Podemos usar las estadísticas de los servicios, informes de supervisión sobre las
mejoras de los servicios. La opinión del usuario se puede obtener por encuestas o por grupos
focales.

La CONDUCTA o los CAMBIOS EN EL DESEMPEÑO en el trabajo, luego de la
capacitación. Para ello podemos usar los informes de supervisión, guías de observación del
trabajo, encuestas al usuario y al propio trabajador capacitado.


COMO HACER LA EVALUACIÓN ?

La realización de la evaluación debe hacerse de la manera más objetiva. Se basa en hechos objetivables de la capacitación. Para ello se requiere precisar los INDICADORES Y LOS ESTANDARES.

LOS INDICADORES:

Para establecer los indicadores se requiere:

  • Precisar lo que se quiere medir.
  • Describir el Indicador.
  • Precisar el numerador y el denominador del indicador y la fuente de donde se obtendrán cada uno de estos datos.
  • Finalmente se establece el ESTANDAR de cada indicador. QUE ES UN ESTANDAR ? Un estándar es lo que debe ser. Es el límite entre lo Aceptable y lo inaceptable. El estándar puede tener un rango, con límite superior y límite inferior. Por ejemplo, se considera normal el peso de un niño que está, comprendido entre + - 2 desviaciones estándar del patrón internacional de referencia. Los estándares son muy útiles, pero en la satisfacción de las necesidades de los usuarios es conveniente que siempre pensemos en superar los estándares. No debemos contentarnos con cumplirlos solamente.













viernes, 11 de julio de 2014

ASPECTOS HISTÓRICOS DE LA EDUCACIÓN NO CONVENCIONAL.


EDUCACIÓN INICIAL.

El primer instituto de educación preescolar fue fundado en 1816 en New Lanark, Escocia, por el pedagogo Robert Owen. Posteriormente el siguiente instituto del que se tiene registro fuera de Escocia fue fundado en Hungría el 27 de mayo de 1828 por iniciativa de la condesa Teresa Brunszvik (1775-1861) en su residencia en la ciudad de Buda bajo el nombre de Angyalkert («jardín ángel»).1 Pronto el concepto se difundió por varias regiones del reino húngaro, volviéndose una institución popular entre las familias de la nobleza y la clase media húngara.
En 1837, el pedagogo alemán Friedrich Fröbel (1782-1852) abrió la primera institución preescolar fuera de Hungría, fundándola en Bad Blankenburg (actual Alemania) bajo el nombre de Institución de Juego y Ocupación, la cual luego de 1840 tomó el nombre de Kindergarten (en alemán: Kinder= (del) niño; Garten=jardín, lo que se traduce entonces como «jardín de niños»). El concepto pronto se propagó en Alemania y posteriormente en Inglaterra a partir de 1851 y en los Estados Unidos en 1856.
En 1881, durante el Porfiriato son fundados los primeros Jardines de Niños en México, denominados "Escuelas de Párvulos" o "Kindergarten", en contextos urbanos.
En México, la población infantil se atiende en centros de educación inicial a niños y niñas de 0 a 2 años 11 meses y los centros de educación preescolar que atienden a pequeños de 3 años 6 años de edad. La Educación básica en Preescolar se ha establecido obligatoria en algunos estados durante los tres años correspondientes. Cada uno de estos centros educativos tienen sus objetivos planteados en su programa, cada uno pretende desarrollar competencias en el alumno con la finalidad de prepararlos para enfrentar la vida.
Se ha optado por la adecuación de un currículo basado en competencias y campos formativos, las cuales se transfieren a 54 competencias y 6 campos formativos, los cuales son desarrollo personal y social, lenguaje y comunicación, pensamiento matemático, exploración y conocimiento del mundo, expresión y apreciación artística. Dentro del PEP 04, encontraremos varios aspectos tales como la función social de la educación preescolar, dirigida a una población de tres a cinco años, propósitos fundamentales, características, competencias, principios pedagógicos, formas de trabajo y evaluación, los campos formativos y las competencias.

EDUCACIÓN INDÍGENA.

La educación básica ha sido de vital importancia para los pueblos mesoamericanos, los primeros años del infante eran puestos en vigilancia para ir formando los pensamientos del niño, los abuelos y la madre fungen como tutores responsables de su cuidado, atención y alimentación. La arqueología ha puesto al descubierto la elaboración de juguetes lúdicos que empleaban para el aprendizaje de los niños; los juguetes eran acorde a la sexualidad, muñecas, malacates, trompos, cazuelas para comida, entre otros.
Cada pueblo mesoamericano educaba a sus niños y jóvenes acorde a sus normas; en el pueblo mexica, los niños y jóvenes estudiaban en el calmecac o tepochcalli según la condición social del educando; los hijos de la nobleza recibía educación artística y filosófica por sacerdotes y los educandos del pueblo eran adistrados para la guerra y las habilidades técnicas. Las niñas recibían la educación de la madre y la abuela.
Los niños indígenas en la actualidad prefieren hablar castellano porque sus compañeros se burlan de ellos, les dicen indios o nacos,19 erróneamente algunos niños en las escuelas urbanas son integrados a grupos de educación especial o de lento aprendizaje por la dificultad del dominio del idioma español.
En las comunidades rurales se construyen escuelas de educación bilingüe, el material es entregado gratuitamente por la Secretaría de Educación Pública, en algunos casos se construyen internados para niñas o niños donde el objetivo es que no recorran largas distancias de su casa y la escuela.
También existen albergues escolares principalmente en el estado de Oaxaca,Chiapas,Guerrero y parte de chihuahua, lo cuales están bajo el mando de la Comisión para el Desarrollo de los pueblos Indígenas. Existen las escuelas rurales de CONAFE, en la que jóvenes que por falta de recursos no pueden continuar con su educación profesional prestan servicio para dar clases en las comunidades indígenas de difícil acceso en las áreas de preescolar y primaria, en ocasiones tienen que caminar por horas para llegar a dichas comunidades. Para posteriormente obtener un apoyo o beca para continuar con sus estudios profesionales.

EDUCACIÓN ESPECIAL

En la Antigüedad, el rechazo a los niños deficientes estaba generalizado, llegándose incluso al exterminio en Grecia. Hasta la Revolución Francesa no se planteó, si bien de forma segregada, su educabilidad.
No obstante lo anterior, hay que citar las excepciones de los educadores españoles de sordomudos antes mencionados, así como la creación en Francia, en el siglo XVIII, de la escuela para ciegos de Haüy, en la que se educó Louis Braille.
Hasta la Ilustración no había un tratamiento mínimamente educativo del retraso mental, y esta identidad quedó diluida junto a otros trastornos como la locura, la demencia... Las personas con discapacidad intelectual eran apartadas de la sociedad y se les atendía de manera meramente asistencial.
Sólo hasta el siglo XIX empezó a desarrollarse en Europa la educación especial, sobre todo en el caso de las personas con deficiencia sensorial, en los que existían los precedentes antes citados. A lo largo de este siglo autores como Philippe Pinel (1745-1826), Jean Étienne Dominique Esquirol (1772-1840), Jean Itard (1774-1836) y Eduardo Séguin (1812-1880) desarrollaron métodos aplicados a las discapacidades que serán luego perfeccionados en el siglo XX por Ovide Decroly y María Montessori.
La concepción contemporánea de la educación especial surgió en el siglo XX, cuando se revisaron y superaron los tratamientos para las personas "diferentes".
Desde 1960 hasta hoy

Nirje en Suecia y Bank-Mikkelsen en Dinamarca fueron los primeros que enunciaron el principio de normalización y, como aplicación del mismo, propugnaron la integración de las personas con deficiencias en el centro ordinario, para atenderlo según sus necesidades.
En 1975 la ONU formuló la Declaración de derechos de las personas con discapacidad, en la que se cita como derecho fundamental la dignidad de la persona, de lo que se derivarán el resto de los derechos.
En 1978 la Secretaría de Educación del Reino Unido publica el Informe Warnock. En él se populariza el término NEE, que tendría primacía en lugar de EE. Asimismo, este informe distingue 3 tipos de integración:
Ø  Integración social: se trata de compartir actividades extracurriculares o espacios como el patio. No existe currículum común.
Ø  Integración física: se da en los centros ordinarios con aulas de educación especial, o cuando alumnos "normales" (sin discapacidad) y alumnos con discapacidad comparten algunos servicios del centro. No existe currículum común.
Ø  Integración funcional: consiste en compartir total o parcialmente el currículum.
Si bien este informe propone un modelo de integración verdaderamente simple, puede considerarse la base de la concepción contemporánea de la EE, puesto que por vez primera se enfocan los problemas del alumno no sólo partiendo de sus limitaciones, sino centrándose en la provisión de los recursos y servicios de apoyo necesarios que los compensen para el logro de unas capacidades mínimas iguales para todos los alumnos.
Poco después de la publicación del Informe Warnock se celebró en Dinamarca la conferencia Una escuela para todos, en la que se hace hincapié en la individualización de los servicios educativos como base para el éxito de la integración. Si hasta entonces la integración se entendía como la adaptación de colectivos más o menos homogéneos a la escuela ordinaria, ahora las personas con discapacidad –como las que no la presentan– no son iguales entre sí, sino que tienen necesidades muy distintas, que deberán ser evaluadas y compensadas por el centro educativo, haciendo uso de recursos e instrumentos varios. El alumno puede presentar así un continuo de situaciones que generará múltiples tipos de respuesta y diferentes modalidades de escolarización. Se genera así el concepto de escuela inclusiva, que acepta a todos los alumnos como básicamente diferentes, sean cuales sean sus circunstancias personales y sociales.
Por último, la Constitución Europea sienta las bases, en sus artículos II-81.1 y II.86, de la actuación de los poderes públicos en la promoción de la no discriminación y de la acción positiva como bases para asegurar la integración social de los individuos.
Todos los países europeos están adaptando la educación especial de acuerdo con los principios de normalización, integración e inclusión, y con la concepción de la educación como un servicio prestado a la ciudadanía. Sin embargo, existen pequeñas diferencias de matiz que dan lugar a las siguientes tendencias:
ü  Sistemas integrados: procuran la integración en la escuela ordinaria de las personas con discapacidad. Es el modelo de España, Italia, Reino Unido, Suecia y Dinamarca.
ü  Sistemas separados: pretenden el desarrollo del campo de la EE, como un subsistema lo más específico posible, adaptado al máximo a las características de los distintos tipos de déficit. Es el sistema de Alemania, Bélgica, Holanda o Luxemburgo.
ü  Sistemas mixtos: se pretende la integración en el marco de la escuela ordinaria y de la especial a tiempo parcial. Es el modelo de Francia, Portugal e Irlanda.
A pesar de estos matices, pueden observarse pautas comunes de actuación:
v  Aplicación del principio de normalización
v  La integración es el objetivo final de todos los sistemas educativos europeos.
v  No se excluye de la educación a ningún individuo.
v  Integración o incorporación de la educación especial en la educación primaria o básica
v  Existencia de equipos multidisciplinares y medios técnicos de apoyo a la integración.

EDUCACIÓN PARA ADULTOS.

En México, particularmente a partir de su vida independiente (1810), una de las preocupaciones constantes fue la de educar a sus habitantes. Los métodos pedagógicos de buena parte del siglo XVIII y XIX habían dado prioridad a la lectura sobre la escritura, motivo por el cual, las pocas personas que tenían acceso a la educación, en muchos casos eran capaces de leer pero no siempre de escribir. La heterogeneidad del país, tanto en razas como en lenguas, aunado a una geografía de difícil acceso y movilidad, y otras variables, hicieron que los intentos por engrosar el número de mexicanos capaces de leer, escribir o hacer cuentas fuera siempre muy limitado. Fue hasta el siglo XX, especialmente en los años veinte, cuando los esfuerzos por alfabetizar consiguieron triunfos importantes.
"En 1814, debido al ambiente democrático propiciado por las Cortes de Cádiz, se abrió en México, la primera escuela de alfabetización para gente mayor, la Academia de Primeras Letras para Adultos […] El maestro Antonio Mateos enseñaba dos horas cada noche a los adultos y espera que aprendieran a leer en seis meses."
Durante el Porfiriato (1876 – 1911)

Se realizaron diversos esfuerzos en favor de la educación, sin embargo, el alto índice de analfabetismo (sólo el 18% de la población era considerada alfabeta, según los datos del primer censo de población de 1895); las condiciones económicas inestables, derivadas de un pasado reciente de guerras intestinas e invasiones; las normas e ideales que regían los papeles que cada hombre y mujer deberían representar según su estrato social, entre otros muchos factores más, fueron en muchos casos el impedimento para que aquellos planes y programas educativos no lograran llegar al grueso de la población o se circunscribieran al ámbito de los centros urbanos de mayor densidad, siendo una minoría la que resultaba beneficiada. Una de las figuras relevantes del periodo fue Justo Sierra Méndez, el primer titular de la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes (1905).
Durante el gobierno de Álvaro Obregón (1920 – 1924)

El Secretario de Educación Pública, José Vasconcelos (1921 – 1924), fue un importante actor en la puesta en marcha y desarrollo de los planes por educar al mayor número de mexicanos. Se fundaron las Escuelas Rurales y las Misiones Culturales con la finalidad de ofrecer educación a los trabajadores indígenas y campesinos excluidos de los servicios regulares. En esos años tuvo lugar una gran movilización social. Se señala este esfuerzo como el inicio, en forma, de las campañas de alfabetización.
Durante el gobierno de Manuel Ávila Camacho (1940 – 1946)

Se ensayaron diferentes modalidades educativas y siendo Jaime Torres Bodet, Secretario de Educación Pública (1943 – 1946), se realizó una campaña alfabetizadora similar a la que antes emprendiera Vasconcelos. Se reformaron las leyes en la materia y se estableció que toda persona que supiera leer tenía la obligación de enseñar a una que no supiera.
En esos años se restablecieron las Misiones Culturales, la reformulación constante de las leyes referentes a la educación para combatir el analfabetismo, la creación de Dirección General de Alfabetización y Educación Extraescolar, la precisión respecto del carácter permanente de las campañas de alfabetización, así como la creación de internados, brigadas, comunidades de promoción y la Procuraduría de Asuntos Indígenas, iniciándose el desarrollo de una metodología y la elaboración de materiales en las diferentes lenguas indígenas, con la finalidad de extender la alfabetización hacia esta población.
A finales de los años cuarenta se creó el Instituto Nacional Indigenista, como grupo consultivo que debía asesorar al gobierno federal. En el mismo periodo México participó en la constitución de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y con el apoyo de este se realizaron dos proyectos: el “Ensayo Piloto de Educación Básica” y la creación del Centro de Cooperación Regional para la Educación de Adultos en América latina y el Caribe (CREFAL), con sede en Pátzcuaro, Michoacán, en 1950.

Durante el gobierno de Adolfo López Mateos (1958 – 1964)
Se creó el “Plan 11 años” y se elaboró una cartilla para alfabetizar, indistintamente, a niños y adultos, con el objetivo de enseñar los conocimientos básicos de manera sencilla. En este periodo se instituye el Libro de Texto Gratuito. Por primera vez participan los medios de comunicación en apoyo a la educación, a través de programas de radio y televisión.

Durante el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz (1964 – 1970)
Se llevó a cabo una nueva campaña de alfabetización que dio prioridad a la educación de los niños y menores de 15 años analfabetas; se dejó en segundo término a los adultos de hasta 50 años de edad.
Al inicio de los años setenta del siglo XX recibió un importante impulso la educación de adultos en general y a la educación indígena en particular, con metodologías específicas. El rezago educativo comenzó a verse como un obstáculo para la integración de la nación y para el desarrollo del país, ya que existían seis millones de adultos analfabetas, el promedio de escolaridad de la población no llegaba a 4 años de educación básica y solo el 54% de los niños de las ciudades que empezaba su educación primaria lograba concluir nivel, en tanto que en el campo solamente lo conseguía el 10%.


Producto de las grandes reformas educativas y de los compromisos adquiridos internacionalmente, en 1978 se inició el Programa Educación para Todos (EPT), coordinado por la Dirección General de Educación para Adultos, encontrándose con los problemas de épocas anteriores, como: falta de motivación, deserción, dificultad para llevar adelante propuestas autodidactas.

sábado, 28 de junio de 2014

UNIVERSIDADES CON EDUCACIÓN A DISTANCIA EN MEXICO


Oferta educativa.
La Universidad Abierta y a Distancia de México (UnADM) ofrece una opción educativa basada en el desarrollo de competencias profesionales mediante el uso de las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC). La oferta educativa ofrece tanto el título de Técnico Superior Universitario como el grado de licenciatura o ingeniería.
Las carreras que se ofrecen son el resultado del análisis de los siguientes puntos:
  • Carreras con mayor saturación
  • Ingreso promedio mensual por áreas de conocimiento
  • Tendencias del mercado laboral a nivel nacional e internacional
  • Carreras emergentes con mayor demanda
Por tanto, nuestros estudiantes están inscritos a programas que tienen cabida y proyección en el mercado laboral, en el que colaborarán activamente como agentes del desarrollo regional y nacional. De acuerdo a los planes y programas de estudio se tiene:
Técnico Superior Universitario*:
Duración de 7 cuatrimestres
Enfoque práctico y específico
Su campo de acción combina la formación básica de la Educación Superior con una experiencia práctica que permiten el desempeño cabal de funciones de gestión, operación; aplicación productiva, comercial, fiscal, administrativa y de supervisión.
Este nivel es escalable a estudios de licenciatura o ingeniería, siempre y cuando el alumno cumpla con todos los requisitos correspondientes.
Licenciado / Ingeniero*:
Duración de 12 cuatrimestres
Enfoque teórico específico que brinda una preparación básica que podría conducir a investigación avanzada.
Su campo de acción Incluye la formación básica y específica, adecuadas para las funciones de dirección, implementación, diseño, planeación, solución de problemas y creación de soluciones sistemáticas.
 *La duración de las carreras dependerá del calendario escolar para cada periodo.
Los programas educativos de la UnADM buscan complementar el desarrollo de las competencias a través estancias y estadías, Asimismo, en algunos casos, es posible que algunas asignaturas requieran prácticas de laboratorios, talleres, seminarios u otras actividades presenciales; las cuales tendrán lugar, preferentemente, en los CAAU.
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Oferta educativa

Licenciatura en Diseño y Comunicación Visual
Licenciatura en Diseño y Comunicación Visual
Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán
Licenciatura en Trabajo Social
Licenciatura en Trabajo Social
Escuela Nacional de Trabajo Social
Licenciatura en Pedagogía
Licenciatura en Pedagogía
Facultad de Filosofía y Letras
Licenciatura en Enseñanza
Licenciatura en Enseñanza de (Alemán) (Español) (Francés) (Inglés) (Italiano) como Lengua Extranjera
Facultad de Estudios Superiores Acatlan
Licenciatura en Administración
Licenciatura en Administración
Facultad de Contaduría y Administración
Licenciatura en Contaduría
Licenciatura en Contaduría
Facultad de Contaduría y Administración
Licenciatura en Informática
Licenciatura en Informática
Facultad de Contaduría y Administración
Licenciatura en Enfermería
Licenciatura en Enfermería - Ingreso en Años Posteriores al Primero (IAPP)
Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia
Licenciatura en Ciencias Políticas
Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública (opción Administración Pública)
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
Licenciatura en Ciencias de la Comunicación
Licenciatura en Ciencias de la Comunicación  Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
Licenciatura en Sociología
Licenciatura en Sociología
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
Licenciatura en Bibliotecología
Licenciatura en Bibliotecología y Estudios de la Información
Facultad de Filosofía y Letras
Licenciatura en Filosofía
Licenciatura en Filosofía 
Facultad de Filosofía y Letras 
Licenciatura en Historia
Licenciatura en Historia 
Facultad de Filosofía y Letras 
Licenciatura en Lengua y Literaturas Hispánicas
Licenciatura en Lengua y Literaturas Hispánicas 
Facultad de Filosofía y Letras 
Licenciatura en Lengua y Literatura Modernas
Licenciatura en Lengua y Literatura Modernas (Inglesas) 
Facultad de Filosofía y Letras 
Licenciatura en Geografía
Licenciatura en Geografía 
Facultad de Filosofía y Letras 

Oferta educativa.
Instituto Universitario del Prado, en su continuo compromiso con la educación a distancia en México, ha desarrollado licenciaturas de vanguardia, estructuradas académicamente a las necesidades de los actuales profesionistas  y con la más alta tecnología de información necesaria para facilitar y flexibilizar el curriculum en línea.  
Cada una de las licenciaturas de la Universidad cuenta el Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios (RVOE) de la Secretaría de Educación Pública en México.



Administración de Empresas


























  • La inscripción a los programas se puede realizar durante todo el año.
  • Existe una alta optimización del tiempo ya que el alumno puede estudiar a su ritmo, eligiendo el tiempo, el lugar y la velocidad del estudio - manteniendo su estilo de vida, su ritmo cotidiano y sus obligaciones familiares, sociales o laborales mientras se siguen estudiando.
  • Alto grado de compromiso, concentración y autocontrol del alumno ya que él mismo adapta el estudio a su horario personal.
  • El alumno toma un papel más activo en su formación.
  • La comunicación en línea es más frecuente, efectiva  y personalizada que en el salón de clases.
  • Se desarrollan destrezas de comunicación y manejo de información por computadoras.
  • La estructura de los cursos en línea fomenta el desarrollo de disciplina en los estudiantes.
  • El alumno puede realizar sus participaciones de forma meditada gracias a la posibilidad de trabajar fuera de línea.
  • El estudiante tiene un papel activo, es decir, no se limita a recibir información sino que forma parte de su propia formación.
  • Los alumnos tienen acceso a la enseñanza, no viéndose perjudicados aquellos que no pueden acudir periódicamente a un salón de clase.
  • La comunicación entre el alumno y el tutor se establece sin importar la distancia entre ellos lo que facilita la interacción y retroalimentación.
  • La educación en línea facilita la integración de currículo.
  • Se eliminan las barreras temporales y geográficas.